Actualmente se está debatiendo el Proyecto de Ley de uso estratégico de participación de la comunidad educativa en los centros docentes en Aragón. El pasado 21 de julio fuimos llamados a participar en la comisión de Educación, Cultura y Deporte de las Cortes de Aragón para valorar el proyecto de ley que se está trmitando.
A continuación reproducimos nuestra intervención en la que se desarrolla nuestra posición ante dicha ley, consensuada con el resto de Federaciones que participan en el Consejo Escolar Autonómico.
«Buenos días
En nombre de la Federación de Asociaciones de Estudiantes de Aragón, les agradecemos la invitación a participar en esta Audiencia en el marco del proceso legislativo del Proyecto de Ley de participación de la comunidad educativa en los centros docentes en Aragón.
Permítanme antes presentar brevemente a nuestra entidad, y a través de nuestra portavocía, del resto de Federaciones de estudiantes de Aragón, FAESA y FAPAE.
Las asociaciones que nos conforman, nacieron en 1997, hace ya 25 años. Y desde entonces, nuestro mandato estatutario ha tenido como objetivos:
1.- Promover la participación social de los y las jóvenes.
2.- Defender los derechos de los/as estudiantes, tanto de enseñanza media, como de Universidad, dentro del marco legislativo vigente. Reivindicar un ordenamiento jurídico que permita la participación de los estudiantes en la gestión de los Centros Educativos.
3- Promover una enseñanza de calidad para todos y todas. Reivindicar la igualdad de Oportunidades en el acceso a la Universidad de colectivos socialmente desfavorecidos (minorías étnicas y culturales, migrantes, diversidad funcional, diferentes opciones sexuales,…)
4.- Construir una comunidad educativa solidaria donde la democracia y la participación social sean las máximas por las que se rija su funcionamiento, contraria al individualismo y la apatía social; caldo de cultivo de la transformación de la sociedad hacia mayores cotas de justicia social e igualdad.
5.- Fomentar la participación del estudiantado en los órganos de gobierno de los centros. Hacer de los Centros Educativos “Escuelas de Democracia” que favorezcan la adquisición de hábitos de participación social entre los jóvenes aragoneses que les permitan una mayor presencia en la gestión de su comunidad.
6.- Apoyar la actividad cultural en los centros, haciendo a éstos sensibles a las necesidades e intereses del alumnado. Favorecer la presencia de la producción cultural de los centros educativos en los barrios y localidades donde se encuentren ubicados.
7.- Reivindicar la igualdad de oportunidades entre hombre y mujer, empezando por los centros educativos y trasladando al ámbito más inmediato donde vive la juventud.
8.- Fomentar entre los/as jóvenes aragoneses el conocimiento y respeto de nuestro Medio Ambiente.
9.- Fomentar desde los centros educativos los valores de no violencia y pacifismo para trasladarlos al resto de la Sociedad.
10.- Promover entre los/as jóvenes aragoneses la solidaridad y el intercambio intercultural entre los pueblos.
11.- Promover entre los/as jóvenes aragoneses el conocimiento de la cultura aragonesa.
Estos han sido nuestros objetivos en estos 25 años. Y créannos ustedes que desde nuestra escasez de recursos; desde la debilidad orgánica que caracteriza en nuestro país al tejido asociativo y especialmente al juvenil; y desde la escasa cultura de participación de nuestra sociedad, mantener la actividad de una asociación de estudiantes ininterrumpidamente durante dos décadas y media no es habitual.
Aún así, y aún en plena pandemia, nuestras asociaciones alcanzaron en el año 2021 808 socios. Y realizamos 404 actividades en las que participaron 4.123 personas usuarias nominales y 150.193 usos en acciones de difusión y sensibilización. Unas cifras inusuales en el ámbito de la participación juvenil en España, pero muy lejos de los niveles de participación social de países con democracias avanzadas como las nórdicas.
Y hablemos de esta Ley.
Entendemos necesaria la aprobación de una Ley de participación de la comunidad educativa en los centros docentes en Aragón. Y consideramos adecuado el texto del actual Proyecto de Ley.
La participación del alumnado, la construcción como ciudanía democrática es una condición sine qua non para la existencia de una educación plena y de calidad; y para la existencia de una sociedad democrática. Así lo hemos defendido siempre; y esa ha sido la razón básica de nuestra actuación en estos 25 años.
Entenderán que una organización como la nuestra, conformada por una mayoría de menores de 18 años, con sus escasos recursos técnicos y profesionales, tenga dificultades para analizar y proponer enmiendas en cualquier proceso legislativo.
Pero creemos que esta Ley satisface nuestras reivindicaciones históricas en materia de participación, el reconocimiento del asociacionismo y la representación del alumnado.
Tanto el Artículo 4.— (Principios de la participación educativa), como el Artículo 5.— (Cultura participativa), entendemos reflejan correctamente la caracterización de la partición y la construcción e ciudadanía democrática, tal como debe entenderse desde una perspectiva actual.
Nos parece también adecuado contemplar la “Organización de los tiempos que faciliten la participación”, así como la “Previsión de espacios en los que se desarrollará la participación, sean físicos o virtuales, asegurando la accesibilidad de todas las personas implicadas”. Dos impedimentos objetivos para la realización efectiva de actividades de participación.
Pero una Ley puede ser facilitadora de la participación, pero no garante de la misma.
La participación democrática en nuestras comunidades educativas dependerá de tres elementos básicos. El Querer, el Saber y el Poder. Como tan certeramente ya definió en activista británico William Morris: “Todo empeño colectivo exige, para ser alcanzado, coraje para querer, inteligencia para concebir y poder para forzar”.
En ese empeño estará nuestra organización ante la aplicación de esta ley: Nuestras militantes y activistas seguirán “queriendo” participar e impulsar la participación, no encerrándonos en nuestras sedes, cociéndonos en nuestro propio caldo.
Aprenderemos y aplicaremos una metodología y técnicas que faciliten la participación del alumnado.
Y forzaremos las barreras que dificultan la participación: la ausencia de recursos, de espacios, de una cultura de implicación en lo colectivo, la voluntad esquiva de algunos equipos directivos…
Bienvenida sea pues esta Ley, y bienvenida sea la voluntad de hacerla efectiva, participando, del alumnado, el profesorado, las familias y la administración educativa.
Gracias por habernos escuchado.«